• Lo que me encanta de María Pretiz es su capacidad de hacer tangible esos acuerdos y sentimientos que compartimos los humanos, pero que solo se practican y nadie habla de ello.
    No es sencillo utilizar las palabras para explicar lo ilegible, pero ella lo logra y además lo hace empleando la música. Al final uno se siente que con la mano al piano, ella también lleva la mano dentro de uno. Entonces, tremenda caja de resonancia resulta ser el corazón; tantas cuerdas por tocar, de una diversidad infinita de timbres...
    El que inventó el pentragrama jamás imaginó que creaba también una manera para diagramar los sentimientos, casi que un sistema de braille para traducir lo que se lleva aquí, debajo del pecho.