• Dos humanos enamorándose el uno del otro es la sinopsis más antigua del arte. Aquí cuatro ejemplos recientes que me robaron el corazón (me perdonan el cliché). Las cuatro películas son, por mucho, las que más he disfrutado en el último año. No se confunda, en estas no hay un "felices para siempre"; sobran los "andate a la mierda" , los "¿de qué jugás?" y todo ese tipo de expresiones que existen en el amor, pero que Hallmark se niega a documentar.


    Good Dick



    Nick and Norah's Infinite Playlist


    Once


    Rumba

  • A los cinco años de edad, cuando aun desconocía las excepciones, me levanté una mañana con ganas de vestirme de Superman y volar.

    El primer calentamiento, según yo, consistiría en descender desde el jardín de mi casa hasta la calle del frente, puntos entre los cuales existía una pequeña pendiente bordeada por el caño del barrio. Luego del primer salto seguiría el cielo.

    Disfrazado del Hombre de Acero, con un traje de algodón barato que mi madre compró la noche anterior, me paré junto a las matas de flor de muerto de mi abuela para despegar. Temí un segundo, revisé la capa y me convencí de que su largo era el indicado para levitar

    Salté, caí y crecí.

    El sonido del golpe contra el caño hizo que mis abuelos y un tío salieran a mi auxilio. Enfurecido, por el susto, tío Gerardo me levantó a la brava y me dijo “huevón”.

    Oliendo a pedo y aun atolondrado por el sopapo, comencé a hacerme preguntas…


    Para un niño que nunca ha ido a la escuela en su casa la educación llega hasta enseñarle a decir “gracias” y “por favor”; las lecciones sobre gravedad se reservan para el MEP.

    Pero en casos cuando el infante, por infante, atenta con su propia vida, los padres sacan el diccionario para hablarle al niño de leyes y teorías, de las que entiende nada más que un “no se puede”.

    Por eso aquella mañana la tomo como el día en el que empecé a crecer. Antes el mundo imaginario llegaba más allá de la hoja en blanco. Antes, el mundo era solo imaginario.

    Extraño esos días a los que es imposible regresar. No existe chupeta que detenga la degeneración crónica de la inocencia. El tiempo sí se va volando.